El director mexicano Luis Gabriel Beristáin firma este irregular thriller, adaptación de la novela Ya no quedan junglas adonde regresar (2017), del escritor madrileño Carlos Augusto Casas. Si se analiza fríamente, la intriga tiene mimbres de sobra para haber firmado una película más intensa y verosímil. La puesta en escena peca de precipitación y resulta difícil creer a los personajes tal como están descritos. De hecho, a veces se aprecian detalles involuntariamente cómicos. A su favor conviene apuntar que nunca decae; alterna sin descanso suspense y violencia.
Tras servir en el Ejército de Estados Unidos, Theo, jubilado y viudo, decidió quedarse en España, donde estuvo destinado muchos años. Afincado en San Sebastián, cada jueves se cita con Olga, una joven prostituta que le recuerda a su esposa. Se limita a charlar y almorzar con ella, pero le ha tomado cariño. Cuando la chica aparece estrangulada en las aguas del puerto, decide vengarse, ignorando que se enfrenta a unos potentados e influyentes abogados. Además, deberá eludir a los agentes de la Ertzaintza que investigan el caso.
Si bien el relato gira en torno a este veterano exsargento, el filme adquiere por momentos tintes corales. Esa diversificación acaba perjudicando al conjunto. La mayoría del nutrido elenco de secundarios apenas alcanzan relevancia y dejan varios interrogantes abiertos, incluso hay algunos que presentan rasgos caricaturescos.
Centrado el argumento, enlaza las secuencias de acción seca y contundente. En ocasiones, su diseño y resolución son muy poco convincentes, con independencia de la edad del protagonista.
La subtrama policíaca, focalizada en la inspectora que indaga las muertes, se vincula a unas circunstancias sentimentales mal explicadas. El desenlace de este apartado causa perplejidad y confusión, frente a lo previsible del resto.
La factura técnica cabe calificarla de discreta. Básicamente cuenta con unas localizaciones apropiadas y la fotografía se beneficia de los paisajes donostiarras por los que discurre.
A Ron Perlman (En busca del fuego, El nombre de la Rosa, Hellboy) le cuesta responder a las exigencias físicas del papel y lo compensa con su oficio. Un tanto desdibujadas se antojan las participaciones de Megan Montaner y Hovik Keuchkerian. Karra Elejalde, Diego Anido, Daniel Grao, Itziar Ituño, Damián Alcázar y Unax Ugalde contribuyen a componer un reparto llamativo aunque desaprovechado.
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