martes, 5 de agosto de 2025

CONDENADOS

 

Desde Dinamarca llega esta película carcelaria que comienza como un drama tópico y va derivando hacia los terrenos del thriller psicológico inquietante e intenso. Es meritoria la profundidad que presentan los protagonistas. Conforme descubre sus secretos y oscuras intenciones la trama adquiere mayor interés. El director Gustav Möller, que firmó la brillante The Guilty (2018), regresa al suspense y logra momentos de elevada tensión e incierto desenlace. No obstante, se echa en falta el final contundente que parece prometer a lo largo del metraje. Termina optando por lo políticamente correcto. El corto reparto con el que ha contado acredita su total idoneidad.

Inesperadamente, Eva, funcionaria de prisiones, solicita el traslado al módulo donde están los reclusos más peligrosos. Esa decisión coincide con la llegada a la prisión de unos nuevos inquilinos. Sin ningún motivo aparente, se obsesiona con el joven y violento Mikkel. Se ha propuesto aplicarle su propia condena. Le niega el tabaco y cualquier pequeño privilegio. Además, lo acusa de manera infundada, lo que le acarrea severos castigos.

CONDENADOS

Los espacios por los cuales transcurre la acción son oscuros y claustrofóbicos, lo que se ajusta perfectamente a las exigencias de la intriga. En ese marco, da rienda suelta a una obsesión irreprimible. Invita al espectador a preguntarse por las razones de tal conducta. Ello choca intencionadamente con la buena imagen que ofrecen los compases iniciales de esta compresiva guardia.

Superados los preámbulos, se suceden los incidentes desagradables e incluso incómodos para el público, ya que el filme desprende una loable autenticidad. Cuando destapa sus cartas, plantea unos complejos dilemas morales en torno al sentido y alcance de la justicia.

Al mismo tiempo toca temas de peso. Los apuntes sobre la fe en la reinserción, las carencias del sistema penitenciario y la capacidad de perdonar invitan al debate posterior.

Con todo, en el último cuarto pierde fuelle. El guion se muestra dubitativo y no acaba de culminar el relato con rotundidad.

Sidse Babett Knudsen (Borgen) borda su sobria interpretación. Se mete en la piel de esta mujer cuya coraza emocional irá resquebrajándose. Tiene enfrente a Sebastian Bull Sarning (La caza), quien infunde miedo y exterioriza con convicción la rebeldía impulsiva que no puede dominar.










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