martes, 22 de julio de 2025

VOY A PASÁRMELO MEJOR

 

Conserva la chispa y la frescura de Voy a pasármelo bien (2022). David Serrano y Luz Cipriota firman nuevamente un guion acorde con lo que pretenden. Ceden la dirección a la sorprendente debutante Ana de Alva. Con solo 23 años demuestra una pericia encomiable, especialmente al rodar los números de baile. La historia liga sin apenas descanso las peripecias de sus protagonistas. El humor y la nostalgia recorren sus aprovechados 90 minutos. Reúne al mismo plantel de jóvenes actores, que se desenvuelven con la soltura acreditada. A ellos se suman otros prometedores intérpretes que no desentonan.

1992. Al llegar el verano los Pitus se van a un campamento para aprender inglés; todos menos Fernando, que quiere sacarse el carnet de conducir falseando la edad. David añora mucho a Layla, quien no confía en el futuro de su relación por la enorme distancia que les separa. Por esa razón, él sueña con viajar a México y demostrarle que está equivocada. Luis se reencuentra con una amiga monitora que se ha quedado embarazada y tratará de ayudarla. Mientras, Paco se siente atraído por uno de los compañeros que le acosa frecuentemente. Al grupo se une el desinhibido Maroto.

VOY A PASÁRMELO MEJOR

Retoma el espíritu de la anterior que ya emparentaba con éxitos ochenteros como Los Goonies, Exploradores, El club de los cinco y Cuenta conmigo. No se resiente, antes al contrario, de que los adultos participen poco esta vez, reduciendo su presencia destacada al inicio y final del filme.

El cariz aventurero y las diferentes historias románticas que alterna dotan a la narración de una loable agilidad. La sincera amistad que vincula a los personajes proporciona algunos instantes emotivos, pero se impone ampliamente la comedia.

La vertiente musical goza aquí de menor protagonismo, aunque presenta unas coreografías corales vistosas. Las canciones que las acompañan son en su mayoría originales y sus letras dan continuidad al relato. No obstante, escuchamos varios hits españoles de aquella época que popularizaron Seguridad Social, Duncan Dhu, Miguel Bosé y Chimo Bayo.

El diseño de producción logra una ambientación irreprochable, recuperando elementos y costumbres hoy completamente desconocidas e inimaginables por las generaciones actuales.

Izan Fernández asume el papel principal con convicción. Ahora, sin embargo, se refuerza el peso de sus colegas, entre quienes sobresale el desenfadado y optimista Rodrigo Gibaja. Por su parte, Javier García Montoro (Padre no hay más que uno) exhibe una hilarante vis cómica y Alba Planas (La virgen roja) cumple en un rol con matices dramáticos.












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