martes, 4 de febrero de 2025

HOMBRE LOBO

 

La premisa es original y maneja algunas ideas bastante aprovechables, pero el guion las echa a perder. Tras el prometedor preámbulo, presenta a unos protagonistas nada empáticos que, además, incurren constantemente en decisiones absurdas y actitudes inexplicables. El director australiano Leigh Whannell, al igual que hizo en El hombre invisible (2020), le da una perspectiva novedosa a esta figura clásica del cine de terror; sin embargo, no sale tan airoso. Lo más salvable de la cinta lo encontramos al principio y en las violentas secuencias que preceden al desenlace.

Blake Lovell, un escritor en horas bajas, ha heredado la granja de su padre, a quien han dado oficialmente por muerto, aunque desapareció hace muchos años. Salió para cazar a la bestia que, según los indígenas, moraba en el bosque y no regresó nunca. Él mismo, siendo niño, tuvo una experiencia espeluznante en los bellos parajes naturales de Oregón. La mala noticia llega en plena crisis matrimonial. Por eso, piensa que pasar allí unos días con la familia, lejos de San Francisco, mejoraría las cosas; se equivoca.

HOMBRE LOBO

La introducción eleva la tensión al máximo. Con los recursos justos invita al espectador a imaginar lo que no se ve y provoca escalofríos.

Varias décadas después, cualquiera intuye el trauma infantil que arrastra el ahora novelista y aun así, regresa alegremente a aquel maldito lugar con los suyos sin ninguna precaución e ignorando los consejos paternos recibidos. A partir de ahí, los detalles incoherentes y las reacciones ilógicas se suceden, especialmente en los compases iniciales.

Durante parte del metraje impera un tono dramático e intimista, con contados sobresaltos. La transformación en hombre lobo procura ser realista y minimizar los artificios, lo que consigue a costa de rebajar el impacto visual. El clímax final salvará la función a los menos exigentes.

Con todo, los responsables del maquillaje cumplen sobradamente; mientras que las aportaciones de otros departamentos técnicos resultan discutibles, incluyendo a la efectista banda sonora compuesta por Benjamin Wallfisch (It, Blade Runner 2049).

Con independencia del mal momento que atraviesa la pareja que interpretan, no hay ni una chispa de química entre Christopher Abbott (Pobres criaturas) y Julia Garner (Hotel Royal).




Hombre lobo, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0





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