martes, 14 de enero de 2025

OH, CANADÁ

 

Los últimos filmes de Paul Schrader (El reverendo, El contador de cartas, El maestro jardinero) giran en torno a hombres arrepentidos por su pasado que buscan redimirse. Aquí añade a ese eje argumental, la circunstancia de una muerte inminente. Ahora bien, la novela en que se basa, Foregone (2021), de Russell Banks presenta a un protagonista nada empático. El tipo mezquino y tramposo que centra la atención produce rechazo conforme lo vamos conociendo. Por otra parte, la manera de narrar la historia, con continuos saltos temporales, provoca confusión en muchos momentos. Por ello, ni siquiera el oficio de sus contrastados intérpretes logra despertar interés.

A Leo Fife, prestigioso documentalista y escritor, le queda poco de vida. Lo sabe y por eso se presta a que uno de sus discípulos le haga un reportaje. Está dispuesto a confesar los secretos y mentiras que ha ocultado durante años. Fingió que era gay para no ir a la Guerra de Vietnam. Más tarde se instaló en Canadá, dejando atrás a una familia con la que perdió el contacto intencionadamente. Empezó de cero y militó en organizaciones comunistas hasta que se casó con Emma, a quien también traicionó ocasionalmente.

OH, CANADÁ

Se aprecia desde el principio una narración alicaída, lo que marca distancia con el patio de butacas. El relato se contagia del carácter hosco de este anciano cineasta. Al retrotraerse a su juventud, genera unas expectativas en clave dramática y romántica que acaban diluyéndose. Aun así, la película funciona mejor en esos extensos flashbacks.

Asistimos a episodios ciertamente deslavazados. Además, pasa aleatoriamente del color al blanco y negro, maneja distintos formatos de pantalla e intercambia en la misma escena a los dos actores que encarnan al mismo personaje. En ese batiburrillo, aparentemente caprichoso, se difumina aquello que realmente quiere contar sobre el peso insoportable del sentimiento de culpa.

El epílogo pretende denunciar las malas artes utilizadas hoy en este ámbito con tal de captar el morbo del público. Es el único mensaje meridianamente claro y actual.

Richard Gere (American Gigolo) vuelve a ponerse bajo las órdenes del laureado guionista y realizador. Lo hace luciendo un aspecto muy diferente al habitual. Las contrastadas tablas que atesora tampoco salvan la cinta. La presencia de Uma Thurman se antoja testimonial, mientras que Jacob Elordi resuelve dignamente su participación.



Oh, Canadá, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0




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