martes, 7 de enero de 2025

BETTER MAN

 

El biopic del cantante Robbie Williams que firma Michael Gracey (El gran showman) resulta hechizante y frenético. Aunque comparte muchos lugares comunes con los títulos dedicados a grandes estrellas que cayeron en la depresión y las drogas, aquí encontramos un tratamiento muy original. Con todo, el guion responde al habitual esquema de montaña rusa: el ascenso al cielo del éxito y el descenso a los infiernos. Escenifica el recorrido con energía, imágenes potentes y unos números musicales espléndidos. No oculta ni minimiza el lado oscuro del artista, pero termina dotándole de una impronta redentora y esperanzadora, que alcanza el culmen en su sublime colofón.

Se retrotrae a la infancia de Robert, cuando se sentía marginado porque no jugaba bien al fútbol. En casa, las cosas eran diferentes. La abuela Betty lo mimaba y disfrutaba imitando a Frank Sinatra con su padre. Desde niño, soñaba con triunfar, igual que los crooners a quienes admiraba. Con 16 años se presentó al casting de una boy band e increíblemente fue seleccionado. Pronto Take That se convirtió en un fenómeno entre los adolescentes, encadenando varios hits. Sin embargo, la indisciplina que exhibía y los conflictos con sus compañeros le empujaron a abandonar el grupo e intentarlo en solitario.

BETTER MAN

Al inicio llama la atención que el protagonista aparezca como un chimpancé, circunstancia sobre la cual ningún personaje repara. Esta imagen, que se mantiene hasta el final, pese a antojarse una atrevida frivolidad del director, no tardará en ser asimilada por el espectador. Cabe convenir que sale airoso de tan arriesgada apuesta. Las avanzadas técnicas digitales conservan los gestos y la expresiva mirada del actor Jonno Davies, que encarna brillantemente al famoso intérprete británico.

Los primeros compases se contagian de la frescura y el atrevimiento que exhibe el futuro ídolo del pop. En esos minutos asistimos a una de las coreografías más deslumbrantes y elaboradas del filme. Sin brusquedades, va adentrándose con intensidad en la espiral de peligrosas adicciones que le arrastraron al abismo. Casi con ánimo didáctico, muestra los peligros de alcanzar cuanto se desea sin estar preparado. Liga momentos dramáticos y no se olvida de aquellos que sufren los daños colaterales.

Con tacto traza la senda de la regeneración y reconciliación, deparando instantes sumamente emotivos.

Presenta una factura impecable y cautivadora, que en ocasiones bebe de las mejores influencias del videoclip.

Magníficas son también las intervenciones de Steve Pemberton, Kate Mulvany y Alison Steadman (23 paseos).



Better Man, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0






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