martes, 7 de enero de 2025

PARTHENOPE

 

Paolo Sorrentino despliega sus señas de identidad en esta historia sobre los privilegios y tributos que conlleva la belleza. Retoma argumentos que estaban latentes en sus obras anteriores y explota las diferentes aristas de una cualidad innata, representada aquí por su atractiva protagonista. No obstante, se gusta demasiado y alarga innecesariamente el metraje, que supera los 130 minutos. Particularmente, se extiende en los preámbulos. En esos compases iniciales las imágenes adquieren unas texturas que recuerdan a los anuncios televisivos de perfumes. Cuando consigue centrarse, el relato gana peso e interés paulatinamente, aunque se aprecian ciertos altibajos. Transita por la sensualidad, el deseo, el drama y los romances frustrados hasta concluir con brillantez.

Parthenope lleva el nombre de la sirena que, según la leyenda, fundó la ciudad donde nació en 1950, Nápoles. A finales de los 60, es una hermosa universitaria en quien todo el mundo se fija. Despierta pasiones en los hombres y agrada a las mujeres con las que se cruza, incluso su hermano Raimondo la adora profundamente. Ser consciente de tal circunstancia no le impide destacar en la asignatura del profesor Marotta, Antropología. Durante un viaje estival a Capri sucede algo inesperado que le marcará para siempre.

PARTHENOPE

El director se centra en un tema que ya avanzaba La juventud (2015) y recurre a sus inconfundibles maneras narrativas. Ello pasa por una puesta en escena impecable. Salvo contadas excepciones, los lugares más bonitos y luminosos de su tierra natal brillan en la pantalla, especialmente la fachada marítima.

Ahora bien, tras ese intencionado preciosismo, encontramos una propuesta sencilla que también se beneficia de sus cuidados diálogos. Las precisas frases que pronuncia la joven forman parte del talento que la mayoría no ve.

A lo largo del filme asistimos a secuencias que parecen un homenaje al cine erótico italiano de los 70. No faltan tampoco las habituales notas grotescas, que rozan el surrealismo.

Su emotivo epílogo deja mejores sensaciones de las que merece. Completa las lecturas que nos quiere transmitir.

La fotografía, las localizaciones y la banda sonora de Lele Marchitelli resultan determinantes.

Cabe reconocer el mérito de la actriz Celeste Dalla Porta porque en su debut logra los efectos hechizantes que exige el papel. Únicamente la eclipsa ocasionalmente el veterano Silvio Orlando (El sol del futuro). Un tanto desdibujadas quedan las participaciones de Gary Oldman y Stefania Sandrelli.



Parthenope, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0






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