martes, 17 de septiembre de 2024

LA ABUELA Y EL FORASTERO

 

El director alicantino Sergi Miralles presenta esta entrañable ópera prima. Apela a los valores más humanos y al indisoluble lazo afectivo que mantienen los nietos con sus abuelas, quienes, si pueden, deberían verla juntos. Si bien homenajea a una generación que va desapareciendo, nos habla de unos vínculos tan fuertes hoy como antaño. Actualiza y amplía esa mirada cariñosa con otras lecturas plenamente vigentes. Apuesta por ganarse la sonrisa del espectador sin renunciar a introducir con tacto unas notas conmovedoras. Al situar la historia en un pequeño pueblo ficticio multiplica la calidez e invita a empatizar con lo que allí sucede.

Hace diez años que Enric se marchó a Inglaterra. Ahora, trabaja en Manchester, está felizmente casado y pronto será padre. Sin embargo, regresa a Alcalà de la Serra para asistir al funeral de su querida yaya, la mañosa costurera que todos apreciaban. Inevitablemente, recuperará muchos recuerdos felices, incluso los del primer amor, y se reunirá nuevamente con sus viejos amigos. Sorprendido, también descubrirá la amistad que la difunta Teresa mantenía a escondidas con Samir, de origen paquistaní. Este forastero viudo que tiene una hija adolescente y subsiste vendiendo verduras, fue un prestigioso sastre.

LA ABUELA Y EL FORASTERO

La ternura y el humor recorren la cinta desde los instantes iniciales. La tristeza del entierro queda inmediatamente matizada por los flashbacks que corresponden a los últimos encuentros de los dos protagonistas. La confianza y los sabios consejos de la anciana surgen con espontaneidad. En ese apartado se aproxima a la premiada 100 días con la Tata (2021) de Miguel Ángel Muñoz.

Cuando vuelve al presente, además de prestar atención a los aspectos nostálgicos, completa el triángulo emocional que centra el argumento. Alrededor de estas relaciones emergen unos prejuicios infundados y muy extendidos hacia los emigrantes.

Cuida la caracterización de los personajes, ahonda en su pasado y permite que conozcamos sus pesares e inquietudes. Tampoco descuida las eficaces aportaciones que llevan a cabo los distintos secundarios.

El desenlace depara unos giros que tocan la fibra sensible; no obstante, se recrea excesivamente en esos minutos y alarga la conclusión.

Los paisajes mediterráneos de interior aportan una agradecida luminosidad a las imágenes.

Carles Francino realiza una interpretación convincente, aunque se imponen la naturalidad y la simpatía de la veterana Neus Agulló (Son de mar). No desentona en absoluto Kandarp Mehta, un reputado profesor, escritor y especialista en innovación empresarial que ejerce ocasionalmente de actor.



La abuela y el forastero, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0





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