No era nada difícil superar a la infumable Escuadrón Suicida (2017) y los estudios DC Comics, conscientes de ello, han reemplazado a su director y guionista, sustituyendo a David Ayer por James Gunn. El realizador de Guardianes de la Galaxia ha realizado un apreciable trabajo, comenzando por la elección y descripción de los nuevos personajes, además de matizar y mejorar el perfil de aquellos que continúan. El resultado responde a lo que se espera: la típica película de palomitas, con mucha acción, humor y violencia, pero sin salirse del mínimo de coherencia deseable; una propuesta que encaja a la perfección en estas fechas veraniegas.
Amanda Waller, responsable de una agencia secreta de Estados Unidos, vuelve a reunir a los peores supervillanos del mundo, que cumplen condena en prisión, con el fin de encomendarles otra arriesgada tarea. Deberán viajar a Coto Maltese, un país de América del Sur cuyo presidente ha sido derrocado por los militares, y destruir las instalaciones donde se oculta el proyecto Estrella de Mar, de origen extraterrestre.
Realiza con agilidad las presentaciones y nos mete de lleno en la misión con una introducción, anterior a los créditos iniciales, que resulta ser un señuelo bien elaborado. Ya sobre el terreno de la auténtica aventura y tras recurrir al flashback para ponernos en antecedentes, se mueve con soltura, distribuyendo la atención y el interés entre dos subtramas paralelas. En esos momentos cobra relevancia el rol de Harley Quinn, que manteniendo su carácter habitual no alcanza las elevadas cotas grotescas de ocasiones anteriores, convirtiéndose en uno de los puntos fuertes del film.
A partir del instante en que convergen ambos hilos conductores, adquiere el tono del esperado espectáculo made in Hollywood, sin abandonar nunca la comicidad que recorre el relato, siendo fiel a sus orígenes. En el tramo final se suceden las sorpresas y situaciones límite, rematadas con unas secuencias asoladoras que evocan clásicos del cine de ciencia-ficción. Al igual que en los largometrajes de Marvel, se esconde una escena añadida después de los títulos de cierre.
Los apartados técnicos ponen colorido y magnifican las amenazas a las cuales se enfrenta el equipo, en una producción que ha contado con numerosos extras.
El protagonismo se lo reparten eficazmente Idris Elba y Margot Robbie, aunque el carisma de la actriz gana la mano. A su lado destacan Joel Kinnaman y la portuguesa Daniela Melchior, mientras que la aportación de John Cena se queda en el plano físico. Por su parte, saldan satisfactoriamente sus intervenciones Michael Rooker y Juan Diego Botto.
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