martes, 24 de agosto de 2021

DESCARRILADOS

 

Seguramente, esta comedia llenará las salas por el carisma de sus actores, cuya eficacia en estos terrenos no admite discusión, y precisamente ese es básicamente el único pilar que la aguanta. La historia padece altibajos, abusa del humor de sal gruesa, incluso ocasionalmente cae en una zafiedad gratuita tapando otros momentos inspirados, y repite las mismas situaciones desmadradas, evidenciando sus limitaciones. El hecho de que la pandemia impidiera llevar a cabo el rodaje en muchas de las localizaciones inicialmente escogidas no puede servir de excusa a este olvidable sucedáneo a la española de Resacón en Las Vegas.

Pepo, Roge y Costa, que no se ven desde hace veinte años, vuelven a coincidir cuando reciben la llamada de una notaría. Su amigo Juan Luis acaba de fallecer y les ha legado 600.000 euros; pero antes de recibir el dinero deben realizar juntos el viaje por Europa que dejaron a medias en el verano del 2000 por culpa de un inesperado incidente. Rápidamente, estos tres perdedores se reconciliarán con el pasado y comenzarán su periplo en tren por diferentes países, dispuestos a revivir las juergas de antaño.

DESCARRILADOS

Dentro de un guion irregular, obra de David Marqués (coautor de Campeones), destaca el contraste que enfatiza al principio entre los jóvenes de hoy y los de dos décadas atrás. No obstante, ya en las primeras secuencias se advierte que la película va a convertirse en una sucesión de gags gamberros, y efectivamente, los excesos crecen paulatinamente a base de estirar los contratiempos o reincidir en unos desfases que siempre concluyen de igual manera.

La vis cómica del trío protagonista sostiene esta aventura que alterna chistes de todo tipo, con especial presencia de detalles escatológicos y caricaturas costumbristas muy manidas. Por fortuna, al ir cambiando de ciudad constantemente, consigue una apreciable agilidad narrativa, además no alarga innecesariamente el metraje.

Los departamentos técnicos salen bien parados en tanto que, sin grandes lucimientos, logran recrear los lugares por donde transitan los personajes a pesar de no haberse filmado allí.

Julián López, Ernesto Sevilla y Arturo Valls son lo mejor de este estreno, que invita a pensar en un cierto desaprovechamiento de los mimbres con los cuales contaba. Por su parte, Dafne Fernández, asume un rol que tiene un recorrido demasiado previsible, tal como revela el tibio desenlace.







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