Comedia americana tan entretenida como hilarante sustentada en un argumento que se presta a varias lecturas en torno a las nuevas tecnologías, a como pueden condicionar el acceso al mercado laboral y el éxito en los negocios y al vertiginoso salto hacia adelante que se ha dado en pocos años en estos terrenos. De manera que si no se es capaz de alcanzar una mínima velocidad de actualización, como le sucede a los protagonistas, podemos convertirnos en meros convidados de piedra.
Con un discurso humorístico bien llevado, todos esos contenidos están presentes en esta película que marca una excepción en comparación con lo que suelen ser la mayoría de producciones de este género con que Hollywood bombardea la cartelera.
La acción parte de una situación agridulce: dos veteranos comerciales se quedan sin trabajo y deben buscar una nueva oportunidad en una coyuntura muy delicada. Sin pensarlo, deciden presentarse a la oferta de becas de ‘Google’ con la posibilidad de conseguir un empleo, algo que se antoja imposible teniendo en cuenta sus escasos conocimientos de informática.
El guión aprovecha perfectamente el choque generacional para construir buena parte de los ‘gags’, donde va ensalzando los valores y virtudes de cada grupo de personajes y, a la vez, ridiculizando con una certera ironía sus carencias.
Así, de uno y otro lado, son objeto de caricatura tanto el aislamiento y la frialdad a que parecen abocarnos las nuevas herramientas tecnológicas, como el intentar vivir completamente al margen de ellas o la falta de reciclaje. Frente a ello, incorporar a la vida laboral un espíritu de equipo y mostrarse, también en ese ámbito, como es cada uno, son argumentos que se suman para construir un relato divertido pese a su limitado calado.
Es igualmente meritorio que se eviten las típicas secuencias de sal gorda o mal gusto porque aquí se apuesta por el ingenio con alguna que otra escena controladamente desmadrada, como un torneo de ‘quidditch’ al estilo de Harry Potter o la visita a una sala de espectáculos.
La química entre Owen Wilson y Vince Vaughn, que también es uno de los guionistas, vuelve a ser perfecta como ya demostraron en ‘De boda en boda’. A ellos se unen un elenco de jóvenes actores que asumen perfectamente sus roles ‘freaks’; además de las pequeñas participaciones de John Goodman y Will Ferrell.
Shawn Levy, realizador de otras comedias como ‘Noche en el museo’ y ‘Doce en casa’ ofrece un estreno muy recomendable para estas fechas.
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