Comedia romántica francesa que funciona muy bien en todos sus aspectos, con la incorporación de ciertos elementos originales, aunque le pierde que en el fondo sea muy previsible desde el principio.
La agilidad en su narración junto a la diversidad de escenarios atractivos, cuyos elementos exóticos se subsumen perfectamente en la historia y el hecho de que mantenga en todo momento una impronta optimista, permiten componer un dulce entretenimiento cuyo estreno en esta época vacacional resulta especialmente idóneo.
Su presupuesto no deja de ser un poco irrisorio: una joven dentista pertenece a una familia cuyos miembros han fracasado siempre en su primer matrimonio, así que decide buscar un ‘marido exprés’ para divorciase rápidamente. Su plan se verá trastocado cuando elige a un tipo muy singular, un reportero charlatán y aventurero.
Uno de los aciertos del film es que para subrayar la diferencia entre los protagonistas se ha recurrido a dos actores a los que costaría imaginar como pareja. Ello se explota perfectamente para generar situaciones plenas de comicidad, pero al mismo tiempo, conforme se va desarrollando la acción se va generando con tacto una química impensable entre ambos.
En ese punto resultan decisivos los trabajos que completan la atractiva actriz alemana Diane Kruger (‘Adiós a la Reina’) y el siempre simpático Dany Boon (‘Bienvenidos al norte’), especialista en este tipo de papeles que vuelve a sacar lo mejor de sí, luciéndose en varias escenas.
Por el contrario, los caracteres secundarios que aparecen de manera intermitente para ir recordando las diferentes peripecias de tan peculiar relación, no siempre alcanzan a lograr la misma chispa que los personajes centrales y más que nada se limitan a cumplir con su función vertebradora de los flashbacks.
En los apartados técnicos, la fotografía sabe sacar partido a los paisajes urbanos y naturales en que se transcurre el relato y pone una gota más al encanto que envuelve al conjunto.
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