martes, 22 de octubre de 2024

LA INFILTRADA

 

La directora bilbaína Arantxa Echevarría (Carmen y Lola, Chinas) firma este notabilísimo thriller basado en hechos reales. Aunque contenga elementos puramente ficticios, se intuye la loable labor de investigación realizada. Ese meritorio trabajo, además de recuperar sucesos y datos concretos, se aprecia al recrear el agitado clima sociopolítico que se vivió durante los años 90 en el País Vasco. El preámbulo ya acierta a contextualizar el relato en pocos minutos. Rinde homenaje a su protagonista, una auténtica heroína, pero también amplía la panorámica al retratar aquella época violenta. El buen pulso narrativo le permite mantener el suspense contenido a lo largo del metraje, alterado puntualmente por algunos episodios muy inquietantes. Si se desconoce el caso, conviene no documentarse antes de ver la película.

Aranzazu Berradre fue el seudónimo utilizado por Mónica Marín, policía nacional, para infiltrarse en ETA. Tras varios meses viviendo en San Sebastián, logró granjearse la amistad de unos jóvenes aberzales. Empezó a implicarse en sus actividades subversivas y pronto llamó la atención de la organización terrorista. Comenzaron encargándole tareas sencillas, hasta que le ordenaron albergar en su piso al militante liberado Kepa Etxebarria. Se le unió después el temible Sergio Polo, llamado a liderar el comando Donosti. Mientras, ella trataba de obtener información sobre sus planes y objetivos, consciente del riesgo que corría.

LA INFILTRADA

En consonancia con la historia, omite detalles del pasado de la joven agente y apenas se mencionan sus relaciones familiares. La describe someramente y se remonta al momento en que le propusieron tan arriesgada misión. Hace hincapié en su vocación y elevado compromiso profesional con ánimo de motivar la decisión que tomó. Hábilmente, el guion plantea la trama igual que si fuera una ruleta rusa, con situaciones extremas que dosifica convenientemente. Cada vez que se pone en peligro, activa el gatillo.

Sin decaer nunca, la intriga crece en intensidad y alcanza cotas terroríficas. Controla bien los tiempos y mide la participación e incorporación de los diferentes personajes; unos secundarios debidamente caracterizados, con intervenciones decisivas.

El notable diseño de producción contribuye a reproducir la tensión que se palpaba en las calles.

Carolina Yuste (Chavalas, Saben aquell) se supera y culmina brillantemente un impecable tour de force. A su lado, Luis Tosar cumple en unos registros sobrios que domina plenamente, y Diego Anido (As bestas) borda nuevamente el rol de tipo aterrador. Víctor Clavijo, Nausicaa Bonnín y Pedro Casablanc completan el solvente reparto.

Se presta a un interesante programa doble con Lobo (2004) de Miguel Courtois.




La infiltrada, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0







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