martes, 9 de abril de 2024

LAS COSAS SENCILLAS

 

Con este título y tratándose de una producción francesa no es difícil aventurar lo que nos propone el director Eric Besnard (Pastel de pera con lavanda, Delicioso), autor también del guion. Con un relato ligero reivindica el valor de aquellas cosas importantes que cada vez apreciamos menos. Ello pasa por denunciar un modo de vida sometido al ritmo frenético que imponen los nuevos tiempos. Las primeras imágenes, antes de entrar en la historia, avanzan su apreciable mensaje. Sin alejarse de ese objetivo, va más allá y así asistimos a episodios muy humanos en los que no falta el sentido del humor. El talante benevolente que recorre la cinta no le impide incidir en las lecturas dramáticas latentes, para dejar gratas sensaciones e invitar a la reflexión del espectador.

Al exitoso y estresado empresario Vincent Delcourt, cuyos negocios traspasan fronteras, se le avería el coche en una carretera de montaña. Allí recibe el auxilio de Pierre, que vive en plena naturaleza. A este tipo de aspecto rudo no le gusta hablar, pero se muestra bastante hospitalario. Cuando, poco después, el opulento inversor y filántropo sufre un ataque de ansiedad, decide pasar unos días en la cabaña del amable desconocido, quien acepta a regañadientes. Pese a lo mucho que les separa, se irán aproximando y en cierta manera enriqueciéndose el uno del otro.

LAS COSAS SENCILLAS

Construye con tacto una bonita amistad sobre la que giran temas de calado que emergen paulatinamente. Opone la paz y el regreso a los orígenes al mundo virtual, absorbente y acelerado en el que estamos inmersos. Conforme esa inesperada relación crece en confianza, descubrimos los secretos que ocultan inicialmente los personajes, algunos verdaderamente sorprendentes.

Explota el choque de caracteres en clave cómica e introduce situaciones chispeantes. En los compases finales toman fuerza las advertencias vinculadas a la defensa del medioambiente. Surgen en esa parcela unos diálogos bien trabajados y llenos de razón.

Completa sus contenidos sumando unas seductoras notas gastronómicas y un hermoso apartado romántico que desarrolla con sutileza. Aunque el desenlace resulta acertado, esconde una breve y elocuente escena tras los créditos de cierre.

Los contrastados Lambert Wilson (De Gaulle) y Grégory Gadebois (El despertar de María) terminan por conectar plenamente en la pantalla. Curiosamente, a lo largo del filme aparecen unos simpáticos guiños a papeles que han interpretado. Marie Gillain resuelve correctamente su pequeña intervención.

La fotografía de los bellos paisajes por donde transcurre constituye un atractivo adicional.



Las cosas sencillas, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0







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