martes, 16 de abril de 2024

LA FAMILIA BENETÓN

 

Intenta seguir la estela de la exitosa saga Padre no hay más que uno; sin embargo, se queda bastante lejos. Depara pocos momentos verdaderamente chispeantes y la mediocridad que recorre el guion la disimula la contrastada vis cómica de Leo Harlem. El actor leonés vuelve a ser un valor seguro, y atendiendo al tipo de filmes en los que viene participando parece haber constituido su propio subgénero. Repite unos registros que domina a la perfección. El resto del elenco pivota en torno a él; no obstante, debe destacarse la presencia de Juan Manuel Montilla, el Langui. Convence en sus intervenciones y evidencia la buena conexión que tiene con el protagonista. Se diría incluso que no está suficientemente aprovechado.

Toni, un solterón empedernido, disfruta de los pequeños placeres cotidianos y únicamente le alteran los niños. Se dedica al transporte de muebles a domicilio. Le acompaña siempre Lolo, a quien hace tiempo que no paga porque acumula muchas deudas. Podría remediar esa situación si acepta la oferta que le plantea su difunta hermana: encargarse de sus cinco hijos adoptivos durante unas semanas. Recibirá el dinero que necesita y se liberará cuando los chicos, cada uno de un país distinto, encuentren unas nuevas familias de acogida. Pese a que inicialmente se niega, termina aceptando. Pronto demostrará que no sirve para esta tarea.

LA FAMILIA BENETÓN

Su humor facilón recuerda al de otra época. La postiza relación paternofilial va tomando consistencia enlazando diversas anécdotas, y le suma el choque de culturas, que explota recurriendo a los tópicos. En ocasiones, se precipita al ligar los gags, multiplicando la cantidad y descuidando la calidad.

El romance a distancia que mantienen dos adolescentes, intentando sortear la oposición de algunos adultos, constituye el apartado que peor funciona. Da pie a unas secuencias de vergüenza ajena, con el veterano Iñaki Miramón asumiendo un papel demasiado ridículo.

La historia, en el fondo de redención y mejora, resulta totalmente previsible desde los primeros minutos. Curiosamente, se mueve con mayor eficacia en la vertiente emotiva, que preside los compases finales.

Los jóvenes intérpretes que completan el reparto saldan sus actuaciones de manera muy desigual, aunque, en general, les falta naturalidad.

El público familiar poco exigente puede que la disfrute si se la toma como una mera distracción. 

Joaquín Mazón responde a las moderadas expectativas que generan sus largometrajes (Cuerpo de élite, De perdidos a Río, La Navidad en sus manos).




La familia Benetón, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0





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