Jaume Collet-Serra (Sin identidad, El pasajero) firma esta notable producción que garantiza diversión y entretenimiento a toda la familia con una historia de aventuras de corte clásico. Los animados preámbulos invitan a pensar que simplemente se trata de la habitual introducción vibrante, cuyo propósito principal es captar la atención del público desde los primeros instantes; sin embargo, la película apenas da tregua. Controla perfectamente el ritmo y embarca al espectador en un viaje lleno de peligros y sorpresas. A la aplicación adecuada de los efectos especiales, al servicio del ingenioso guion, se unen constantes notas de humor y la química que se genera entre sus intérpretes.
Mientras la Gran Guerra se extiende por Europa, la doctora Lily Houghton y su hermano McGregor se disponen a viajar hasta Sudamérica y surcar el Amazonas para encontrar un árbol cuyas flores, según las leyendas de los conquistadores españoles, poseen unas milagrosas cualidades curativas. Al llegar a su destino, consiguen contratar al intrépido capitán Frank Wolff, quien está decidido a guiarlos por la jungla; pero hay otros que también persiguen el mismo objetivo, como el príncipe Joachim, de la nobleza alemana, convencido de poder decantar la contienda mundial a favor de su país si consigue los codiciados brotes.
La fantasía y los contratiempos de diversa índole se van concatenando a lo largo de la travesía fluvial, sin descuidar la caracterización del trío protagonista, en el que cada personaje juega un papel bien definido. Los espacios naturales por los cuales transcurre dotan las imágenes de mayor atractivo, y algunos recursos que utiliza parecen directamente inspirados en la saga Piratas del Caribe, no en vano ambos títulos se basan en populares atracciones de Disneyland.
Los imprevistos se multiplican, permitiendo el lucimiento visual de la puesta en escena. Su colofón tampoco desentona, destapando secretos imprevisibles. No obstante, fuerza ligeramente la trama con el fin de encajar el desenlace esperado.
Su impecable dirección artística y la sinfónica banda sonora compuesta por James Newton Howard, hallan correspondencia en la realización del cineasta español, que ha contado con un reparto muy convincente. Dwayne Johnson y Emily Blunt hacen buena pareja ante las cámaras, secundados por las pinceladas cómicas que pone Jack Whitehall. Frente a ellos, el polifacético Jesse Plemons cumple ejerciendo de villano. Las intervenciones de Quim Gutiérrez y Dani Rovira quedan matizadas por su desfiguración digital.
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