Una bocanada de
aire fresco cinematográfico con notas de nostalgia nos llega de la mano del
irlandés John Carney, un director que reafirma su capacidad para tocar la fibra
sensible del espectador con cada una de sus películas (‘Once (Una vez)’, ‘Begin
again’). Como en las anteriores, la música vuelve a ser un elemento
protagonista que maneja a la perfección, imbricándose con fundamento en una
historia juvenil de calado.
Aunque la acción
nos lleva al Dublin de 1985, los temas que aborda y que afectan a los jóvenes
protagonistas siguen siendo los mismos antes y ahora. Nos presenta a un
quinceañero de origen humilde cuyos padres están en plena crisis matrimonial.
Eso y el hecho de que en su nuevo colegio se vea amedrentado por un matón y por
un cura represor le llevarán a buscar una vía de escape que encuentra formando
un grupo de pop a semejanza de los conjuntos de éxito de la época. Su fuente de
inspiración será la chica de la que se ha enamorado.
El guion cuida
mucho cada uno de los argumentos que maneja desde la perspectiva de un
adolescente: de las tribulaciones que causa el primer amor, a las relaciones
paternofiliales cuando planea la sombra del divorcio, pasando por la fuerza de
los vínculos fraternales, la amistad, las incertidumbres del futuro, la necesidad
de cumplir los sueños y el ánimo de rebelarse contra todo aquello que oprime.
Aun con esas
ideas de fondo, el film se mueve fundamentalmente por los terrenos de la
comedia, luciéndose especialmente con las interpretaciones de los temas de la banda
de estudiantes, influenciados, entre otros, por ‘Duran Duran’, ‘Depeche Mode’ y
‘Culture Club’. No obstante, destaca especialmente un guiño a ‘Regreso al
futuro’ mediante una especie de ensoñación con ritmos de los 50 que pasa por
uno de los momentos más inspirados de la cinta, que además tiene un desenlace muy
apropiado.
Un relato que
trata bien a sus personajes, incluso es benevolente con los que en principio se
presentan como más oscuros y en donde hay que hacer mención especial de un
repertorio de canciones compuestas hoy, con participación del propio realizador
y que suenan completamente a ochenteras.
Absolutamente
convincente resulta el debutante Ferdia Walsh-Peelo, incluso cuando está ante
el micrófono. Está perfectamente secundado por un elenco de otras promesas con
especial mención a Kelly Thornton y a Jack Reynor (‘Noche real’).
Un estreno que
ha entrado con mal pie en la taquilla y que, indudablemente, merece mucha más
atención.
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