martes, 4 de octubre de 2016

SING STREET


Una bocanada de aire fresco cinematográfico con notas de nostalgia nos llega de la mano del irlandés John Carney, un director que reafirma su capacidad para tocar la fibra sensible del espectador con cada una de sus películas (‘Once (Una vez)’, ‘Begin again’). Como en las anteriores, la música vuelve a ser un elemento protagonista que maneja a la perfección, imbricándose con fundamento en una historia juvenil de calado.

Aunque la acción nos lleva al Dublin de 1985, los temas que aborda y que afectan a los jóvenes protagonistas siguen siendo los mismos antes y ahora. Nos presenta a un quinceañero de origen humilde cuyos padres están en plena crisis matrimonial. Eso y el hecho de que en su nuevo colegio se vea amedrentado por un matón y por un cura represor le llevarán a buscar una vía de escape que encuentra formando un grupo de pop a semejanza de los conjuntos de éxito de la época. Su fuente de inspiración será la chica de la que se ha enamorado.

John CarneyEl guion cuida mucho cada uno de los argumentos que maneja desde la perspectiva de un adolescente: de las tribulaciones que causa el primer amor, a las relaciones paternofiliales cuando planea la sombra del divorcio, pasando por la fuerza de los vínculos fraternales, la amistad, las incertidumbres del futuro, la necesidad de cumplir los sueños y el ánimo de rebelarse contra todo aquello que oprime.

Aun con esas ideas de fondo, el film se mueve fundamentalmente por los terrenos de la comedia, luciéndose especialmente con las interpretaciones de los temas de la banda de estudiantes, influenciados, entre otros, por ‘Duran Duran’, ‘Depeche Mode’ y ‘Culture Club’. No obstante, destaca especialmente un guiño a ‘Regreso al futuro’ mediante una especie de ensoñación con ritmos de los 50 que pasa por uno de los momentos más inspirados de la cinta, que además tiene un desenlace muy apropiado.

Un relato que trata bien a sus personajes, incluso es benevolente con los que en principio se presentan como más oscuros y en donde hay que hacer mención especial de un repertorio de canciones compuestas hoy, con participación del propio realizador y que suenan completamente a ochenteras.

Absolutamente convincente resulta el debutante Ferdia Walsh-Peelo, incluso cuando está ante el micrófono. Está perfectamente secundado por un elenco de otras promesas con especial mención a Kelly Thornton y a Jack Reynor (‘Noche real’).

Un estreno que ha entrado con mal pie en la taquilla y que, indudablemente, merece mucha más atención.








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