martes, 6 de mayo de 2025

LO CARGA EL DIABLO

 

El director valenciano Guillermo Polo firma esta original y atrevida ópera prima que toca distintos géneros. Presenta un cóctel a ritmo de road movie que funde el thriller con la comedia extravagante y circunstancias propias del drama familiar. Resulta entretenida e imprevisible y juega con unos personajes de ribetes caricaturescos; lo que se aprecia especialmente en los sorprendentes secundarios. Por otra parte, exhibe una factura técnica muy digna pese a las limitaciones que imponía el presupuesto (inferior al millón de euros) e incluso se permite introducir algunos artificios curiosos.

Tristán Cobelas es un novelista frustrado afincado en Avilés que no se conforma con trabajar de traductor. La vida rutinaria que aborrece comienza a quedar atrás cuando su problemático hermano se suicida. Aunque se habían distanciado hacía mucho tiempo, antes de morir le escribió una carta pidiéndole que lo llevara a Benidorm para enterrarlo allí, donde disfrutaron juntos siendo niños. Si acepta, será recompensado generosamente. No le apetece nada cumplir tal encargo, pero con el dinero que recibiría podría autoeditar la novela que nadie quiere publicarle: En la ciudad confusa. Así que, decide lanzarse a la carretera con el cadáver de Simón en el maletero. Pronto descubrirá que le siguen de cerca unos mafiosos.

LO CARGA EL DIABLO

Las primeras secuencias meten de lleno al espectador en la trama. En esos minutos iniciales ya emerge la comicidad que preside la cinta. El guion hilvana con eficacia desigual notas de humor negro, absurdo, escatológico y grotesco, dándole uno tono jocoso a las peripecias del protagonista. La agradecida agilidad con que liga estos incidentes no le impide trazar su recorrido interior. La reafirmación, el autodescubrimiento y el reencuentro con el pasado, imbuido de cierto ánimo redentor, acompañan al accidentado viaje.

La improvisada y resuelta pasajera que se suma a la aventura va ganando relevancia paulatinamente. El choque de caracteres espolea el cambio del atribulado escritor. Ella misma termina por dejar entrever una sensibilidad que al inicio cuesta intuir.

El final depara ligeros giros que abocan el relato a un desenlace inesperado y bien justificado.

El castellonense Pablo Molinero (La peste, El verano que vivimos) conduce el filme con buen pulso. A su lado, la joven actriz Mero González muestra la desenvoltura que le exige el papel. No tienen desperdicio las intervenciones del tándem formado por Antonia San Juan y Manuel de Blas, mientras el sobrio Emilio Buale luce unos aires vintage que recuerdan al inspector Tibbs (En el calor de la noche).



Lo carga el diablo, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0







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