Alexis Morante (El universo de Óliver) presenta este biopic parcial sobre un cómico y viñetista irrepetible, inspirado en El libro de Gila. Antología tragicómica de obra y vida (2019). No obstante, el filme, que cumple con sus pretensiones, seguramente se quedará corto para sus admiradores. De todas formas, al centrarse exclusivamente en unos años que le marcaron profundamente y aportar detalles poco conocidos, adquiere especial interés. Estamos ante una historia de contrastes, donde el dolor coexiste con la risa, y pese a que el guion estructura bien el relato, se advierten algunos altibajos.
En el Madrid de 1936 el joven Miguel vive tranquilo y feliz con sus abuelos. Afiliado a las Juventudes Socialistas Unificadas, al estallar la guerra se une al Ejército Popular de la República con su amigo Pedro Tavares. Destinado rápidamente al frente, será testigo del horror y la muerte. En esas terribles circunstancias, la única medicina que puede aplicar es el humor. En los peores momentos intenta levantar la moral de los soldados maltrechos con unos chascarrillos absurdos y tronchantes.
Asistimos al origen de muchos elementos que posteriormente exhibiría con éxito en los escenarios. Reproduce las originales ocurrencias que incorporó a su repertorio con efectos hilarantes. Al mismo tiempo, construye un loable mensaje antibelicista, particularmente necesario en estos tiempos.
La somera presentación del protagonista apenas nos ilustra acerca de su infancia. No se demora en los preámbulos y traslada la acción al contexto bélico. En ese marco, articula el desarrollo en dos partes de distinto cariz. La primera equilibra episodios emotivos y simpáticos, incluyendo un guiño a La vaquilla (1985), pero también hay otros prescindibles. Se relaja brevemente y acto seguido pasa al campo de batalla, con secuencias duras que captan la crueldad del combate entre compatriotas.
El epílogo se convierte en un homenaje, y culmina ese propósito con entrañables imágenes de archivo del fantástico monologuista.
La dirección artística, sin contar con un gran despliegue de medios, les saca rendimiento a los diferentes recursos empleados, logrando una ambientación convincente.
El solvente actor de Denia Óscar Lasarte constituye un descubrimiento. Su voz, el físico y el trabajo que realiza le permiten encarnar fielmente al añorado personaje. Destacan en papeles secundarios, Natalia de Molina, Salva Reina, Adelfa Calvo y Vicente Romero.
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