martes, 24 de diciembre de 2024

DESMONTANDO A LUCÍA

 

Alberto Utrera dirige y firma un thriller original con mucho humor que logra cuanto pretende. Plantea una trama con el grado de complejidad preciso y unos giros sorprendentes que contribuyen a mantener el interés permanente por su devenir. Los peculiares personajes que pone en escena constituyen la baza principal de la historia. Desarrolla y resuelve con acierto el delicado enredo en que se ven envueltos. Además, se permite unas elegantes licencias narrativas, a modo de ensoñaciones, que no desentonan.

Lucía ha sido detenida por la policía porque quienes compartieron con ella el fin de semana, su novio y una amiga, han desaparecido sin dejar rastro. Por si fuera poco, en el coche que conducía cuando fue arrestada había unas manchas de sangre sospechosas. La joven, que padece varios trastornos mentales, no recuerda lo ocurrido. El abogado que la asiste intenta encontrar pruebas para exculparla del presunto doble asesinato. En esa misión cuenta con Simón, un perito y detective privado que se implica de lleno en la investigación.

DESMONTANDO A LUCÍA

Nada es lo que parece a priori en esta intriga absorbente. El guion controla perfectamente los tiempos y va dosificando la información sobre los secretos que esconde. No obstante, se advierte algún cabo suelto con el que se puede transigir. Consigue compensar los episodios cruentos con unas fantasías abiertamente cómicas. Estas últimas suponen un homenaje al cine clásico y a sus grandes estrellas. Tampoco faltan detalles tremendamente escabrosos y dramáticos que el director evita mostrar explícitamente.

El relato aprovecha adecuadamente los desequilibrios que sufre la protagonista y las debilidades de sus compañeros, generando unas situaciones chocantes e inquietantes. Sin caer en lo estrafalario, reformula los tópicos del género apostando por la comedia y la frescura.

Mantiene la misma tónica a la hora de la resolución. No recurre a las manidas secuencias explosivas y redondea la película con el desenlace apropiado. En el camino quedan varias frases realmente inspiradas y oportunamente subrayadas.

Tanto el vestuario como la fotografía lucen, particularmente al insertar imágenes en blanco y negro con apariencia de antiguas. Destacan también los pequeños fragmentos rodados en 8 milímetros.

El trío que conforman Susana Abaitua, Hugo Silva y Julián Villagrán funciona a la perfección. Sus papeles presentan una asumible ambivalencia emocional que constituye uno de los pilares del filme: todos tenemos un lado bueno y otro malo muy cercanos.


Desmontando a Lucía, ec críticas by Eduardo Casanova is licensed under CC BY-SA 4.0









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