Trasladar los aspectos característicos del cine negro clásico a un entorno futurista, se queda en una propuesta con buenas intenciones que, en este caso, no proporciona el resultado deseable. El argumento central, en torno al cual pivotan figuras arquetípicas del género, termina enrevesándose más de la cuenta, y las pretendidas lecturas trascendentes sobre las que planea acaban por diluirse. Sus excesivas idas y venidas en el tiempo, a veces tramposas, saturan este film olvidable.
La última guerra ha sumido parcialmente bajo las aguas a las grandes metrópolis del mundo. Nick Bannister regenta un singular negocio en Miami que ofrece a los clientes la posibilidad de revivir cualquier recuerdo de forma plena. Su vida cambia el día en que Mae, una atractiva cantante, requiere sus servicios simplemente con el fin de saber dónde dejó las llaves de casa. Ambos se enamoran de inmediato, pero la pasión que comparten se trunca cuando la joven desaparece súbitamente. Dispuesto a encontrarla, pronto descubrirá que la chica tenía vínculos con la mafia.
Su prometedor planteamiento descarrila por abusar hasta la saciedad del elemento con mayor gancho de la trama. Al menos, funciona dignamente en las secuencias de acción; sin embargo, la intriga que las soporta, con la implicación de un magnate y de una banda de narcotraficantes, nunca se explica debidamente.
Dentro de ese conjunto tan inestable, la vertiente romántica no sale mal parada gracias a la química que se percibe entre Hugh Jackman y Rebecca Ferguson, quienes ya coincidieron en El gran showman. Sin acercarse al carisma de Humphrey Bogart y Lauren Bacall, resuelven esa parcela de manera convincente.
El desenlace abre la puerta a futuros dilemas morales que podrían emerger si las posibilidades abiertas por las nuevas tecnologías alcanzan cotas hoy consideradas de ciencia ficción. No obstante, después de soportar la proyección cuesta creer que el espectador empiece a reflexionar acerca de esos temas.
Cabe tildar de discreto el diseño de producción si se pone en relación con la idea que maneja. Igualmente, los ambientes sombríos, por los que discurre tampoco le favorecen.
Cierra el elenco principal Thandie Newton, cuyas participaciones siempre se agradecen, en un relato de cuyos personajes y su original empresa conocemos lo justo.
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